El tema está instalado en los medios, en las iglesias, en las escuelas y en los hogares. Para muchos es una problemática. Para otros, solo una manera de agruparse. El hecho es que ellos son y aquí están, y para quienes lideran a jóvenes es tema en sus agendas.
¿Como tratarlos, cómo entenderlos, qué se hace para poder afectar sus vidas con la palabra de Dios sin intentar ponerlos en un molde que no les pertenece?
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